Meras coincidencias.
Con frecuencia en nuestra vida cotidiana nos ocurren dos cosas que, por alguna razón, nos llaman la atención o en ocasiones nos pasan desapercibidas sin establecer una relación entre ellas. Por lo general, la gente suele hablar de coincidencia, son cosas que pasan por el azar, sin embargo, si prestamos atención al efecto que tienen en nosotros, sabremos que nos ocurre algo significativo.
Hace un tiempo estabamos un tanto desanimados. Hay un conocido cuento infantil (y para mayores) del que siempre guardo un buen recuerdo y que algún día nos gustaría que nuestro/a hijo/a lo leyera.Decidí echarle un vistazo, hacía muchísimos años que no lo abría, y aunque contiene muchísmas frases conocidas que guardan muchas reflexiones importantes, lo abrí por el final del capítulo 3, donde dice que "derecho, camino adelante...no se puede ir muy lejos" Y, es verdad, en ocasiones aunque parezca contradictorio caminando uno en línea recta no puede llegar muy lejos. En este camino de la adopción parece que vamos para atrás, que todo se lía, que nos hacen desviar con nuevos problemas pero... vamos a llegar.
Lo que no sabíamos, es que su autor, el piloto aventurero, Antoine Saint Exupery, había tenido un accidente con su avión, en el desierto, en el que estuvo perdido y casi muere, hechos que inspiraron una parte del cuento, cuando iba rumbo a la Cochinchina francesa, en 1935.
También en esos días, buscando información que hemos facilitado en una entrada anterior nos enterábamos de la presencia de un español en la guerra de la Cochinchina,cuyos antepasados y casa familiar está en nuestra ciudad. Aunque en este caso, es Vietnam quien nos conquista a nosotros, estas "meras coincidencias" te suben los ánimos.
Si estamos verdaderamente comprometidos a realizar nuestro sueño, descubriremos que existe una fuerza poderosa que está más allá de nosotros y nuestra voluntad consciente, una fuerza que nos ayuda en el camino, alimentado nuestra búsqueda y transformación (J.Jaworsky)
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