Thi-Kinh.Una madre...¿adoptante?
Es conocida la veneración que los vietnamitas tienen por sus antepasados y por la cultura del respeto que tienen a los mayores, así como los hijos a sus padres. Hace poco, en un documental cuando preguntaban a un hijo por sus padres el respondía que ellos son "los pequeños dioses". Una legenda que nos ha llamado mucho la atención, es la de de Thi-Kinh, historia que podría interpretarse, como la de una "madre adoptante convertida en diosa".
Thi-Kinh era una niña lista y guapa de una humilde familia. Pasado el tiempo y convertida en una mujer fue cortejada por muchos hombres ricos y bien parecidos pero se casó con un campesino pobre y poco atractivo al que amaba con locura.
Durante una siesta de verano, mientras su marido dormía, ella divisó un pelo de su rala barba creciendo en la dirección equivocada. Pensó en cortarlo, así que cogió unas tijeras y se aproximó a su marido. Él, al sentir el roce del filo, volvió su cabeza y se hirió ligeramente y al ver las gotitas de sangre, gritó: ¡Aaah, mi mujer me quiere asesinar!, ¡Socorro!
Thi-Kinh, sorprendida de que su marido pensara eso de ella, guardó silencio y no se exculpó. Su marido la expulsó del hogar y nadie se apiadó de ella.
Finalmente, triste y cansada, se disfrazó de hombre y buscó refugio en un monasterio. A pesar de su cabeza afeitada, su belleza aún conmovía. Una jovencita se enamoró y le rogó que renunciara a todo para irse con ella. Thi-Kinh le paró los pies y le rogó que respetara sus votos sagrados. La chica se lo tomó muy mal y por despecho, se acostó con el primer hombre que la pretendió y después de dar a luz, abandonó al niño a la puerta del monasterio con una nota que acusaba a Thi-Kinh de ser el padre.
Mientras el prior leía la nota, el niño rompió a llorar y Thi-Kinh lo
tomó en sus brazos para calmarlo. A ojos del prior, ese gesto confirmaba la acusación, así que fue expulsada del monasterio junto con el niño.
Para sobrevivir se vió obligada a mendigar y llegó el día que no pudiendo más , volvió a las puertas del templo y reveló su secreto pidiendo perdón por sus pecados. En ese momento cayó al suelo y murió.
La historia llegó a oídos del Emperador de China, a quien conmovió tanto la abnegación de Thi-Kinh que le concedió el título de divinidad "Quan-Am Tong-Tu"
Protectora compasiva de los Niños Hoy en día su culto está extendido por todo oriente." (dibujos de Hunglan comic)
... en realidad, son ellos "nuestros pequeños dioses" pero sí algún día tenemos la oportunidad en Vietnam, le haremos una ofrenda.
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